SAPUCAY- Presentación

Un grito suena al compás de los tambores de la realidad, queriendo ser escuchado e intentando hacerse un lugar en medio de la indeferencia y la marginalidad que perpetúa el “hombre moderno” -que de novedoso no tiene más que su triste mente digital-.
Un grito recorre, poco a poco, algunas gargantas que buscan sumarse al eco que intenta ser voz de la toma de conciencia del mundo en que vivimos.
Un grito llama a la acción para transformar las miserias actuales, para dar batalla a la opresión, para ser bandera de lucha.
Un grito que llora algunas penas, pero, por sobre todo, siembra esperanza.
Un grito que vibra a través de la convicción, las ganas y el compromiso.
Ese grito es SAPUCAY.

SAPUCAY es un espacio joven de activismo territorial que desarrolla su acción en el marco educativo, cultural y popular en el barrio 21-24 de Barracas.
Creemos en la importancia del trabajo territorial como modo de percepción de un enfoque más amplio de la realidad y el mundo en el que vivimos y crecemos; como una forma de militancia que permite el contacto directo con dicha realidad y habilita a una construcción subjetiva y mutua -entre los distintos sujetos sociales- con respecto a la necesidad de revertir las injusticias imperantes de la desigualdad social. Creemos en la acción directa, en los lugares donde las urgencias son extremas, como una forma de hacer y trabajar en contacto permanente con la realidad y como motor de cambio.
Concebimos como eje de nuestra actividad la necesidad de promover la organización barrial, en pos de la toma de conciencia y la lucha por el poder popular. En este camino es que nos abocamos al trabajo educativo, en defensa de la educación pública y de calidad, adjudicándole un papel fundamental en la vida de la sociedad. También encaramos la cultura y sus distintos espacios como medio para la reconstrucción del vínculo social de las personas, la expresión artística y de cualquier índole y la transformación de la subjetividad en beneficio de la solidaridad y el compromiso con los otros. En última instancia, creemos en la construcción política que, indefectiblemente, subyace en todos los aspectos de la vida cotidiana y en todos los lugares.
Nuestro espacio está abierto, dispuesto al debate, a la diversidad y al contenido que nos pueda nutrir de una mirada más amplia. Es un camino difícil y que se forma, día a día, con cada paso nuevo que damos; pero ése, precisamente, es nuestro desafío: aprender de la experiencia, de los errores y los aciertos para elevar nuestro Sapucay a los oídos que lo necesiten y quieran formar parte de este trabajo.