Va a haber música, cine, juegos, circo, comida, buena onda y mucho más!
No te podés perder este gran festejo gran del comedor!
LOS ESPERAMOS ESTE SÁBADO A PARTIR DE LAS 13 HS!
Nos juntamos en Iriarte y Luna.
martes, 31 de agosto de 2010
martes, 20 de julio de 2010
Actividad en el Comedor este sábado con los compañeros venezolanos del FRENTE DE CREADORES MILITANTES
SÁBADO 24/JULIO - 14HS
En el COMEDOR PADRE DANIEL DE LA SIERRA (Manzana 24, Casa 30) - Barracas - Villa 21
ENCUENTRO CULTURAL CON EL
FRENTE DE CREADORES MILITANTES
música, poesía y cine debate con imágenes y sonidos de Venezuela en Revolución
(se suspende por lluvia)
Organización Territorial SAPUCAY
(http://sapucaydebarracas.blogspot.com)
Grupo Comunitario De la Sierra
(http://grupodelasierra.blogspot.com)
jueves, 15 de julio de 2010
En defensa del Matrimonio Igualitario
Desde la Organización Territorial Sapucay celebramos la aprobación del proyecto de ley a favor del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Creemos que la pronta promulgación y entrada en vigencia de esta normativa hará eco de una realidad que entre tanta hipocresía e intolerancia se ha tratado de ocultar. La equiparación de derechos es siempre un paso adelante, y esperamos que esta resolución abra el debate a otros temas de igual urgencia en pos de lograr una sociedad más justa.
jueves, 1 de julio de 2010
Nueva Salita Médica en el Comedor!!
El consultorio comunitario del comedor Padre Daniel de
La sala va a contar con el equipamiento básico, atención médica y con una cama terapéutica que va a funcionar 12hs por día, de lunes a sábados. Hace un año que en el comedor se brindan servicios diferenciales para hipertensos y diabéticos a 50 pacientes del CESAC 35, y ante las grandes necesidades de la población del barrio y las falencias del sistema de salud pública, quienes trabajan día a día en el lugar decidieron llevar a cabo este proyecto con el esfuerzo comunitario.
Pepe se puso la sotana y comenzó la misa con una lectura del Evangelio según San Lucas, para después empezar a entonar canciones y oraciones que buscaban bendecir el nuevo consultorio y a todos aquellos que lo escucharan. Era difícil no sentirse parte, no tener ganas de aplaudir, no emocionarse al ver el comedor lleno de vecinos cantando, rezando, pidiendo por sus seres queridos y dándole la bienvenida a esta salita, que será un recurso más e intentará mejorar la calidad de vida de todos dentro de la villa.
miércoles, 2 de junio de 2010
Proyecto de Taller de Ingreso a las Escuelas de Enseñanza Media de la UBA
TALLER DE INGRESO A LAS ESCUELAS DE ENSEÑANZA MEDIA DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Organización Territorial Sapucay – Comedor Padre Daniel de la Sierra
Villa 21-24 – Barracas – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
La educación es, en todos sus aspectos, un elemento constitutivo en la vida de todas las personas. La educación nutre y forma, crea e imparte las herramientas necesarias para comprender el mundo y hacer de esta comprensión una forma de expresión crítica, personal y única. No obstante, sería ingenuo suponer que el sistema educativo se encuentra aislado frente a los distintos poderes que rigen nuestra sociedad. Éste fue muchas veces manipulado y tergiversado para legitimar cultural e ideológicamente un orden de situación dado, que naturaliza y hace aparecer como “únicas” a condiciones de injusticia y desigualdad social. La “colonización del pensamiento” por parte de los grupos privilegiados fue históricamente una de las herramientas de mayor impunidad. Diciendo qué enseñar y qué estudiar, se orientó el pensamiento y se lo limitó, contradiciendo la esencia misma de la educación. En vez de generar mentes críticas que comprendan su entorno, las acondicionó a su situación, para aceptarla y mantenerla.
Abocándonos al caso de la Argentina, la educación pública ha sufrido un desgaste continuo. Por un lado, se ha acentuado su función, inculcando valores que sólo sirven para legitimar posiciones de poder privilegiadas. Pero a su vez, y de carácter agravante, a partir de la implementación de políticas neoliberales, se ha “sincerado” la aparente neutralidad del sistema educativo. En vista a las nuevas situaciones globales, y siguiendo la lógica de la supremacía del mercado, se focalizó el impartir esta enseñanza funcional a los sectores de la menguada clase media, excluyendo explícitamente a los grupos marginales. Tal efecto se evidencia en las políticas adoptadas desde la última dictadura militar, y en especial por las leyes menemistas sancionadas en la década del 90 (Ley de Transferencia -24.089/91- y Ley Federal de Educación - 24.195/93- ). Al mismo tiempo, cabe señalar el aberrante desamparo de la docencia pública a lo largo de estos años, cuyos salarios han sido recortados de manera denigrante ante el avance del servicio privado educativo sobre el estatal. Vemos que las formas de gobierno basadas en la acentuada inequidad y marginalidad afectan directamente al sistema educativo público e incide sobre los individuos a los que ahora se los despoja de la falsa ilusión de “movilidad” y se los confina a la exclusión más aberrante. Estos son los jóvenes de menos recursos.
En resumen, podríamos decir que la educación fue continuamente despojada de su función esencial (formar mentes y visiones críticas), y se la adaptó para convalidar un sistema que luego explicitaría un estado de exclusión y desigualdad.
En vista de este panorama, y con la esperanza de recuperar y sostener un sistema educativo que cumpla con su función esencial y fundamental, promoviendo la formación de sujetos críticos capaces de analizar su realidad, es que planteamos el proyecto del Taller de Ingreso a las Escuelas de Enseñanza Media de la Universidad de Buenos Aires.
Nuestro interés no radica en el incremento del número de alumnos de determinado establecimiento educativo. La universidad pública, en tanto parte del sistema educativo, no se encuentra exenta de las condiciones previamente nombradas. Pero esto no obsta para destacar que si bien la educación no es autónoma, tampoco es absolutamente esclava. El proceso de pensamiento y reflexión inherente en cualquier forma educativa es un instrumento que tiende al análisis y crítica personal. Aún cuando intente ser condicionado, su sometimiento nunca puede ser absoluto, y es en este aspecto en el cual consideramos hacer hincapié y fomentar al máximo. De las mismas instituciones de donde salieron los más grandes defensores del orden, también salieron sus más grandes detractores. Nuestra perspectiva se enfoca en la posibilidad de brindar herramientas que sirvan de apoyo a aquellos alumnos interesados en hacer este Ingreso y así, acceder a las instituciones educativas dependientes de la Universidad, las cuales, a nuestro entender, permiten (de manera explícita e implícita) iniciar el proceso de generación de mentes críticas. Las posibilidades de ingresar a dichas instituciones se limitan a reducidos sectores de la sociedad que tienen las posibilidades materiales de pagar altas sumas de dinero a institutos privados que faciliten la instancia de ingreso y que representan, como hemos dicho, una notable desigualdad de condiciones entre alumnos del mismo grado, de igual edad y de similares potenciales académicos. La pregunta que cabría hacerse en este punto es ¿Cuál es el futuro de una sociedad que hoy no brinda las herramientas necesarias para que cada individuo se constituya en un sujeto crítico? De esta forma es que pensamos el proyecto de Taller de Ingreso: con fines de ampliar las posibilidades de acceso a una educación, que fomente el interés del estudio y ayude, en este proceso, a la formación de un pensamiento crítico.
El Taller de Ingreso abre sus puertas actualmente a alumnos de 7mo grado de las Escuelas Nº 11 y Nº 12 del barrio porteño de Barracas. Esto se debe fundamental y básicamente a que el trabajo barrial que realizamos como Organización Territorial Sapucay se desarrolla en el marco de la Villa 21-24 del barrio ya mencionado, donde participamos activamente en el espacio del Comedor Padre Daniel de La Sierra (ubicado en la Manzana 24, casa 30). No obstante, nuestra perspectiva se proyecta en otro objetivo al cual consideramos escencial: hacer de esta primer experiencia un hecho reproductivo; es decir, que este Taller se multiplique en otros lugares, expandiendo la posibilidad de acceso a la educación preuniversitaria a muchos otros alumnos que estén interesados. Entendemos que esto se ve intrínsecamente relacionado con el punto anterior respecto de la formación de pensamiento crítico: la toma de conciencia por parte de los alumnos de la realidad que vivimos y el poder comprometerse, en la medida que les interese, con este proyecto, convirtiéndose ellos mismos en los actores y propulsores del mismo. No pensamos la idea del ingreso a estos colegios como una forma de escapar de determinado contexto social, sino como un proceso para construir una mirada crítica y transformadora del mismo. Creemos que las soluciones de fondo aparecerán sólo después de un gran trabajo de la sociedad en general y de las clases excluidas en particular, y es por esto que la posibilidad que tienen algunos de acceder a la educación superior formal debe traer beneficios no sólo para su entorno individual, sino para la comunidad en su conjunto.
Este proyecto lo realizamos con el esfuerzo, el trabajo y el compromiso que suponen estar al día con una instancia de aprendizaje, exigencia y evaluación tan significativa como lo es el Ingreso a las Escuelas de Enseñanza Media de la UBA. Confiamos en que algún día, poco a poco, las puertas se abrirán equitativamente para que todos los alumnos que quieran acceder a la educación impartida, en este caso, en las instituciones educativas preuniversitarias, puedan hacerlo. Es por ello que buscamos también hacer un llamado de atención ante la falta de contemplación y la exclusión que suponen las propias instituciones que se amparan bajo el ala pública del Estado. Pensamos que esta labor no debería partir de la necesidad urgente y la falta de recursos, sino que tendrían que ser las mismas instituciones, la misma Universidad, quien se encargase de cumplir con su estandarte primero: ser una universidad autónoma y pública.
El camino, de más está decir, es largo y se hace al andar, con retrocesos y avances. Nuestro aporte es pequeño y hasta insignificante, si se piensa desde una perspectiva a gran escala las grandes controversias que supone el sistema educativo del país. No cedemos ante esta situación, no perdemos el eje de nuestros objetivos, ya que, como bien dijo un compatriota latinoamericanista, “… la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente”; es por ello que invitamos a todos aquellos interesados a participar de nuestro trabajo, de nuestra organización, por la construcción de nuevas perspectivas y -¿por qué no?- de nuevos horizontes.
ORGANIZACIÓN TERRITORIAL SAPUCAY
Organización Territorial Sapucay – Comedor Padre Daniel de la Sierra
Villa 21-24 – Barracas – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
La educación es, en todos sus aspectos, un elemento constitutivo en la vida de todas las personas. La educación nutre y forma, crea e imparte las herramientas necesarias para comprender el mundo y hacer de esta comprensión una forma de expresión crítica, personal y única. No obstante, sería ingenuo suponer que el sistema educativo se encuentra aislado frente a los distintos poderes que rigen nuestra sociedad. Éste fue muchas veces manipulado y tergiversado para legitimar cultural e ideológicamente un orden de situación dado, que naturaliza y hace aparecer como “únicas” a condiciones de injusticia y desigualdad social. La “colonización del pensamiento” por parte de los grupos privilegiados fue históricamente una de las herramientas de mayor impunidad. Diciendo qué enseñar y qué estudiar, se orientó el pensamiento y se lo limitó, contradiciendo la esencia misma de la educación. En vez de generar mentes críticas que comprendan su entorno, las acondicionó a su situación, para aceptarla y mantenerla.
Abocándonos al caso de la Argentina, la educación pública ha sufrido un desgaste continuo. Por un lado, se ha acentuado su función, inculcando valores que sólo sirven para legitimar posiciones de poder privilegiadas. Pero a su vez, y de carácter agravante, a partir de la implementación de políticas neoliberales, se ha “sincerado” la aparente neutralidad del sistema educativo. En vista a las nuevas situaciones globales, y siguiendo la lógica de la supremacía del mercado, se focalizó el impartir esta enseñanza funcional a los sectores de la menguada clase media, excluyendo explícitamente a los grupos marginales. Tal efecto se evidencia en las políticas adoptadas desde la última dictadura militar, y en especial por las leyes menemistas sancionadas en la década del 90 (Ley de Transferencia -24.089/91- y Ley Federal de Educación - 24.195/93- ). Al mismo tiempo, cabe señalar el aberrante desamparo de la docencia pública a lo largo de estos años, cuyos salarios han sido recortados de manera denigrante ante el avance del servicio privado educativo sobre el estatal. Vemos que las formas de gobierno basadas en la acentuada inequidad y marginalidad afectan directamente al sistema educativo público e incide sobre los individuos a los que ahora se los despoja de la falsa ilusión de “movilidad” y se los confina a la exclusión más aberrante. Estos son los jóvenes de menos recursos.
En resumen, podríamos decir que la educación fue continuamente despojada de su función esencial (formar mentes y visiones críticas), y se la adaptó para convalidar un sistema que luego explicitaría un estado de exclusión y desigualdad.
En vista de este panorama, y con la esperanza de recuperar y sostener un sistema educativo que cumpla con su función esencial y fundamental, promoviendo la formación de sujetos críticos capaces de analizar su realidad, es que planteamos el proyecto del Taller de Ingreso a las Escuelas de Enseñanza Media de la Universidad de Buenos Aires.
Nuestro interés no radica en el incremento del número de alumnos de determinado establecimiento educativo. La universidad pública, en tanto parte del sistema educativo, no se encuentra exenta de las condiciones previamente nombradas. Pero esto no obsta para destacar que si bien la educación no es autónoma, tampoco es absolutamente esclava. El proceso de pensamiento y reflexión inherente en cualquier forma educativa es un instrumento que tiende al análisis y crítica personal. Aún cuando intente ser condicionado, su sometimiento nunca puede ser absoluto, y es en este aspecto en el cual consideramos hacer hincapié y fomentar al máximo. De las mismas instituciones de donde salieron los más grandes defensores del orden, también salieron sus más grandes detractores. Nuestra perspectiva se enfoca en la posibilidad de brindar herramientas que sirvan de apoyo a aquellos alumnos interesados en hacer este Ingreso y así, acceder a las instituciones educativas dependientes de la Universidad, las cuales, a nuestro entender, permiten (de manera explícita e implícita) iniciar el proceso de generación de mentes críticas. Las posibilidades de ingresar a dichas instituciones se limitan a reducidos sectores de la sociedad que tienen las posibilidades materiales de pagar altas sumas de dinero a institutos privados que faciliten la instancia de ingreso y que representan, como hemos dicho, una notable desigualdad de condiciones entre alumnos del mismo grado, de igual edad y de similares potenciales académicos. La pregunta que cabría hacerse en este punto es ¿Cuál es el futuro de una sociedad que hoy no brinda las herramientas necesarias para que cada individuo se constituya en un sujeto crítico? De esta forma es que pensamos el proyecto de Taller de Ingreso: con fines de ampliar las posibilidades de acceso a una educación, que fomente el interés del estudio y ayude, en este proceso, a la formación de un pensamiento crítico.
El Taller de Ingreso abre sus puertas actualmente a alumnos de 7mo grado de las Escuelas Nº 11 y Nº 12 del barrio porteño de Barracas. Esto se debe fundamental y básicamente a que el trabajo barrial que realizamos como Organización Territorial Sapucay se desarrolla en el marco de la Villa 21-24 del barrio ya mencionado, donde participamos activamente en el espacio del Comedor Padre Daniel de La Sierra (ubicado en la Manzana 24, casa 30). No obstante, nuestra perspectiva se proyecta en otro objetivo al cual consideramos escencial: hacer de esta primer experiencia un hecho reproductivo; es decir, que este Taller se multiplique en otros lugares, expandiendo la posibilidad de acceso a la educación preuniversitaria a muchos otros alumnos que estén interesados. Entendemos que esto se ve intrínsecamente relacionado con el punto anterior respecto de la formación de pensamiento crítico: la toma de conciencia por parte de los alumnos de la realidad que vivimos y el poder comprometerse, en la medida que les interese, con este proyecto, convirtiéndose ellos mismos en los actores y propulsores del mismo. No pensamos la idea del ingreso a estos colegios como una forma de escapar de determinado contexto social, sino como un proceso para construir una mirada crítica y transformadora del mismo. Creemos que las soluciones de fondo aparecerán sólo después de un gran trabajo de la sociedad en general y de las clases excluidas en particular, y es por esto que la posibilidad que tienen algunos de acceder a la educación superior formal debe traer beneficios no sólo para su entorno individual, sino para la comunidad en su conjunto.
Este proyecto lo realizamos con el esfuerzo, el trabajo y el compromiso que suponen estar al día con una instancia de aprendizaje, exigencia y evaluación tan significativa como lo es el Ingreso a las Escuelas de Enseñanza Media de la UBA. Confiamos en que algún día, poco a poco, las puertas se abrirán equitativamente para que todos los alumnos que quieran acceder a la educación impartida, en este caso, en las instituciones educativas preuniversitarias, puedan hacerlo. Es por ello que buscamos también hacer un llamado de atención ante la falta de contemplación y la exclusión que suponen las propias instituciones que se amparan bajo el ala pública del Estado. Pensamos que esta labor no debería partir de la necesidad urgente y la falta de recursos, sino que tendrían que ser las mismas instituciones, la misma Universidad, quien se encargase de cumplir con su estandarte primero: ser una universidad autónoma y pública.
El camino, de más está decir, es largo y se hace al andar, con retrocesos y avances. Nuestro aporte es pequeño y hasta insignificante, si se piensa desde una perspectiva a gran escala las grandes controversias que supone el sistema educativo del país. No cedemos ante esta situación, no perdemos el eje de nuestros objetivos, ya que, como bien dijo un compatriota latinoamericanista, “… la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente”; es por ello que invitamos a todos aquellos interesados a participar de nuestro trabajo, de nuestra organización, por la construcción de nuevas perspectivas y -¿por qué no?- de nuevos horizontes.
ORGANIZACIÓN TERRITORIAL SAPUCAY
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